Rafa Peiró
Consultor empresarial - Formador - Copywriter - Conferenciante - Diplomado profesional en Mindfulness - Único entrenador en España de "Inner Mammal Institute" de California - Autor del libro "Reflexionar es Avanzar"
10 frases que dinamitan el bienestar laboral
Hay que erradicar el qué muchas personas, ante cada jornada laboral, en vez de ir con ganas y equilibrio al trabajo, se preparen como si fueran a la guerra.
Rafa Peiró Tuit
Dar el paso de emprender aperturando una empresa y lanzarse al ruedo poniéndose al frente de ella, es algo para lo que se necesita mucha formación, hay que tener claro que no solo se tienen que dominar muchas destrezas sumadas a una buena preparación, sino que también se ha de tener muy buena mano izquierda.
Aún así hay que prepararse para esquivar y en algunos casos sufrir algunas cornadas que van incluidas en el cargo.
Las personas que dan el paso de montar un negocio, han de estar preparadas para que a pesar de tener grandes tardes de gloria, incluso convirtiéndose en una referencia en su sector, siempre tendrán a gente que pensarán de su labor: «Manolete, si no sabes torear para que te metes». Es una frase cruel que es fácil decir cuando «se ven los toros desde la barrera», lo que ocurre es que si se apertura una empresa solamente por necesidad o ambición, sin dar los pasos previos de aprendizaje para liderarla, se pueden dar argumentos a los que ponen en el ojo del huracán al máximo dirigente de la empresa.
Ahora viene la otra condición indispensable para conseguir equipos de trabajo que lo den todo y hagan brillar intensamente a la empresa en su totalidad.
Si anteriormente en el artículo, se ha exigido a las personas que están al frente de las organizaciones la máxima preparación para saber gestionarlas con acierto, ahora le toca el turno a todas y cada una del resto de las personas que las forman, desde los cargos directivos hasta las que realicen cualquier desempeño que en teoría (solo en teoría), parezca que no tenga demasiada influencia en el buen funcionamiento diario de la empresa.
Cada persona tenga la misión que tenga en la empresa, ha de prepararse a conciencia y se le han de facilitar medios para contribuir en el camino a la meta, teniendo claro que su papel es importante.
Rafa Peiró Tuit
Muchos de los motivos que hacen saltar por los aires el bienestar laboral, son una serie de malos hábitos comunicativos que se dan con frecuencia en las empresas, estas son invadidas por clichés discriminatorios, frases hechas y creencias limitantes que se utilizan en función de los roles que se ejercen, influenciadas por múltiples factores de aprendizaje, de experiencias vividas y de creencias que han ido llenando de toxicidad las relaciones entre las personas que forman parte de las empresas.
A continuación comparto 10 de las frases que se oyen, por desgracia, demasiado a menudo en ámbitos laborales…
Aquí mando yo.
No vale la pena que lo hables con el/ella, no va a cambiar de opinión.
Es muy difícil, no creo que lo consigas.
En esta empresa las cosas son así.
No te enteras, ya lo hago yo.
No le hagas caso, si le haces caso «a las tías» te volverán loco.
Ni caso, «los tíos» sólo piensan con una cosa y no es precisamente con el cerebro.
Le viene grande el puesto, no sabe mandar.
A mí nadie me tiene que decir como se hacen las cosas, qué se habrá creído.
Si no te gusta,tengo a mucha gente que busca trabajo que sí que lo hará.
Tenemos el reto por delante de hacer un ejercicio de apertura de mente, tomando conciencia de que las organizaciones están formadas por una enorme diversidad de temperamentos, por personas que «digieren» de forma distinta cada una de las experiencias que viven.
Al igual que nos preparamos concienzudamente para realizar lo mejor posible tareas manuales, administrativas, operativas, comerciales, de programación, marketing, logística,.., hemos de prepararnos también a fondo en dialogar, escuchar de manera no agresiva, con empatía y utilizando la «gramática de la armonía».
El bienestar laboral ha de convertirse en un hábito indispensable para terminar con las guerras de estatus y poder en las organizaciones. Hemos de aprender a conseguir objetivos de manera saludable y cooperativa.