Rafa Peiró
Consultor empresarial - Formador - Copywriter - Conferenciante - Diplomado profesional en Mindfulness - Único entrenador en España de "Inner Mammal Institute" de California - Autor del libro "Reflexonar es Avanzar"
Bienestar laboral
Pretender encontrarse bien en todo momento no es posible, los estados de felicidad tienen su función y su duración es limitada, aunque si aprendemos recursos para aprender a gestionar dificultades con espíritu constructivo y mente abierta, en muchas ocasiones evitaremos que nuestro estado de ánimo pase de bueno a malo con rapidez, pudiendo conseguir un beneficioso equilibrio emocional más duradero.
Se afirma desde la neurociencia que el 98% del tiempo lo vivimos de manera inconsciente. Durante una considerable parte de dicho porcentaje, nuestro cerebro está desempeñando la agotadora función de «salvarnos del peligro inminente», cuando realmente en la inmensa mayoría de ocasiones no estamos en ninguna situación peligrosa. Es factible (y plausible) contrarrestar esos estados de alarma, para ello hemos de entrenar nuestros pensamientos, emociones y sentimientos, haciendo que se muevan por caminos de diálogo coherente, abundante escucha y auténtica empatía. Crearemos así, hábitos que activan un buen ambiente de trabajo.
Durante la jornada laboral, parece que lo que toca es ir con gesto serio, cejas fruncidas, conversaciones muy medidas y opiniones contenidas,.., es como un código no escrito que se viene utilizando desde «el año catapum»(para aquella personas que ya se mueven siempre entre anglicismos a todas horas sería algo así: «since the catapum year»).
Y digo yo…¿De verdad es necesario, para rendir y alcanzar objetivos, ir todo el día con cara de que nos ha tocado «el pimiento de padrón que pica»?
Pues he de deciros que en realidad la proporción es que de cada 10, uno pica y nueve no.
¿Sabéis por qué? Os va a sorprender la metáfora, queridos lectores…
Los pimientos contienen una sustancia, la capsicina, que es producida por la planta para que los animales no se la coman y acaben así con las semillas, que se encuentran en el interior de sus frutos. Los pimientos «amargados» son los que menos agua reciben y más les «quema» el sol.
En las organizaciones hay personas que tienen miedo a que otras les «coman» terreno e incluso temen por su puesto, lo que les lleva muy a menudo a ponerse a la defensiva, o a adoptar un talante demasiado agresivo. Otras andan todo el día pendientes de su propio brillo. En ninguno de los dos casos fluyen en modo cooperación y respeto, por lo que su entorno se termina «quemando» ante semejante actitud.
No es de extrañar pues, que en las empresas salten chispas y se produzcan «piques» frecuentemente, algo que debilita mucho la fuerza y el dinamismo del trabajo en equipo.
En esto de conseguir bienestar laboral sostenible en las organizaciones, coincidiréis conmigo en que todavía estamos un poco verdes. En cualquier caso propongo que reduzcamos esas nocivas costumbres en las que a menudo, nos importan más bien un pimiento las tareas que realizan nuestros compañeros y compañeras. Por contra, estaría muy bien que optaramos de manera habitual por labores de soporte y colaboración. No hemos de olvidar que formamos parte de un objetivo común… empujar a la empresa hacia adelante. Si lo hacemos de forma amable, la salud del equipo entero saldrá ganando.